17 Abr Salud infantil y adolescente en tiempos de COVID-19. ¡Pregunta al experto!
La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha organizado un encuentro digital con varios expertos con objeto dar respuesta a aquellas cuestiones que preocupan a las familias españolas tras un mes de confinamiento de los más pequeños. Durante el encuentro la doctora María García-Onieva, pediatra de Atención Primaria y secretaria de la AEP, ha puesto de manifiesto la importancia de “prestar una mayor atención a los niños y observar aquellos indicios o síntomas que pueden alertarnos de que algo no va bien, porque además de la COVID-19 hay otras enfermedades”. Asimismo, los expertos han reiterado que mantener una rutina en los horarios e incluir ejercicio físico diario ayuda a contrarrestar la falta de estímulos externos, como la luz, entre otros, que ayudan al descanso.
Durante el encuentro, la doctora García-Onieva ha recordado que, además de la COVID-19, hay otras patologías que requieren asistencia pediátrica de urgencia e intervenciones sanitarias que no deben retrasarse, como las revisiones del recién nacido y a los 2 y 4 meses así como las vacunaciones hasta los 15 meses de vida.
“El confinamiento ha destruido todos estos estímulos casi de golpe, los niños no van al colegio, no van al parque, no hacen los deberes al volver a casa, hemos interrumpido bruscamente los estímulos naturales de luz y los hitos sociales que les marcaban su ritmo biológico. Debemos reconstruirlos desde la certeza, la confianza y la seguridad. Estos son los tres elementos que necesita un niño para sentirse bien y, por tanto, dormir bien”, asegura el doctor Gonzalo Pin Arboledas, coordinador del Grupo de Sueño y Cronobiología de la AEP. Por otra parte, el doctor Julio Álvarez Pitti, miembro del Comité de Promoción de la Salud y experto en actividad física en la edad pediátrica, ha puesto de manifiesto la necesidad de que niños y adolescentes realicen diariamente ejercicio moderado que les permita mantenerse activos físicamente. En este sentido, el doctor destaca que “la actividad física estimula el sistema inmunológico, promueve la salud y reduce el estrés. Estar activo puede disminuir los problemas de comportamiento y ayudarlos a concentrarse mejor en su trabajo escolar”.
El experto recomienda tres horas de actividad en diferentes intensidades (ligera, moderada y vigorosa) para los niños de entre 1 y 5 años; mientras que los niños de entre 6 y 18 años necesitan al menos una hora de actividad física todos los días, que ha de ser de intensidad vigorosa 3 veces a la semana. “Sin duda, es un momento ideal para poder practicar actividad física en familia. Además, es clave que los padres sean ejemplo- concluye el docto Pitti-. Múltiples estudios demuestran que la práctica de actividad física en familia tiene no sólo efectos beneficiosos a nivel físico, sino también psicológico, mejorando la relación entre los miembros de la familia.”
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